Lágrimas brotaban sin cesar por su delicada cara.
El rechazo llegó a ser realmente doloroso al cerrar la puerta delante suya y no permitirle pasar.
Sentada en su cama recordaba vagamente lo sucedido. Estaba feliz y riendo cuando se atrevió a dar el paso.
Tocó la puerta con su delicada mano y una voz sonó en el otro lado:
-¿Quién es?
-Soy tu amiga, venga ábreme y deja de hacer el tonto.
-NO TENGO AMIGOS.
-Sabes bien que no me gustan esas bromas pesadas.
Él abrió su puerta y con una seriedad gélida le dijo: No quiero verte nunca más. Cuando dejes de ocultarte, quizás te abra la puerta y pases conmigo.
Aquello la dejó sorpendida.De repente, todo su mundo y lo que pensaba, deseaba se deshizo como si un huracán hubieswe pasado y borrado aquellos buenos recuerdos.
Al entrar en su cuarto, se dejó llevar por su pasión y con una intensidad brutal hizo desaparecer hasta tener un cuarto sin posters, muñecos ni libros. Simplemente lo útil para sobrevivir. Sin darse cuenta, se encerró más en sí misma con un único pensamiento:
"¿Seré yo? ¿Qué dirá con ocultarme?"
Decidió levantarse del suelo y hacer lo que dejó por un tiempo. Cogió su canción favorita y empezó a entonar las primeras notas.
La atmosféra se llenó de un tristeza y a su vez de una maravillosa voz que luchó hasta el final por salir. Por fin, fue LIBRE
"No siempre el corazón atiende a razones"
muycierto
ResponderEliminarmuybonito
muak!