Veía todo borroso. Era de noche y hacía frío e intentó moverse pero su cuerpo no respondía.
Estaba aterrada porque pasó de estar bajo el agua a estar tumbada en la arena. Giró la cabeza hacia su derecha y lo vio. Los pasos de su salvador se alejaban por la arena pero a causa de la conmoción y de todo el esfuerzo, volvió a perder el conocimiento.
El sonido tintineante de las máquinas que la rodeaban, el ajetreo de las enfermeras la hicieron volver a la realidad.
Al despertarse, observó a su madre sentada en la silla que estaba a su lado, agotada de tantos días encerrada allí. Intentó mover sus dedos pero no le respondía, de repente, sintió un cosquilleo y su mente le decía:
-Sí...Ya se van moviendo, no he perdido la movilidad.
Luego, notó un calor en su mano, ¿qué podía ser aquello que le sucedía? Para descubrirlo, inclinó su cabeza y se dio cuenta de que aquel calor no era más que la mano de su madre que agarraba con fuerza la suya.
Así, con el movimiento de los dedos, la madre se fue despertando y en unos segundos pareció que todo se había paralizado.
Por un lado su hija se había despertado y por otro, no estaba segura de ello pues llevaba dos semanas soñando con ello. Sin embargo, al oír la voz de su hija susurrando su nombre la hizo despertar y se lanzó en un gran abrazo. En aquel momento, madre e hija estaban más unidas que nunca.
Mientras tanto, la gija intentaba pensar cómo había llegado allí, pero por el momento le ilusionaba ver a su madre a su lado. Sabía más que nunca que la necesitaba a su lado.
Sin embargo, una parte de su mente preguntaba, ¿quién era su salvador?¿quién fue él? ¿Cómo supo que estaba allí?
Por ahora dejo apartados esos pensamientos y quiso recuperarse cuanto antes para poder salir de ese frío lugar y llegar al calor del hogar junto con su familia.
Me gusta pensar que el salvador seria la propia naturaleza...este cuento lo interpretaría de esta manera; la curiosidad de escarbar el mundo, husmear entre las incógnitas del universo. en una película japonesa escuche esto; El miedo es aquello que te impulsa a abrir esas puertas de lo desconocido...
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